Las profesiones inusuales se han convertido a lo largo de los años en un sinónimo de desarrollo tanto para los países como para las personas que las ejercen. Y es que cada día se pueden evidenciar diferentes tipos de profesiones que hasta hace unos años creíamos inimaginables. Por ejemplo, ¿has visto en las películas o en Discovery Channel esas personas que conducen miles de kilómetros para grabar y tomarle fotografías a los tornados?
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Pues hay que decir que eso sí pasa en la vida real y se les conoce como cazadores de tormentas. Este término ha sido utilizado para describir esa actividad peligrosa que realizan algunas personas especialmente provenientes de Estados Unidos, donde las tormentas y tornados alcanzan categorías EF5. Es cierto afirmar que es una actividad peligrosa, pues se han conocido casos de la vida real de famosos cazadores de tormentas que han muerto en el intento por capturar la tormenta perfecta.
Pero, ¿Cómo empezó esta actividad que más tarde se convertiría en una profesión? Para responder esa pregunta, es necesario hablar de David Hoadley, el primer cazador de tormentas que existió. Él empezó cazando tormentas en Dakota del norte, para ello, hacía uso de los datos que venían de las estaciones meteorológicas de los aeropuertos. Es por esto, que es considerado el pionero de esta actividad.
Sin embargo, si nos remitimos a la actualidad, podría decirse que esta profesión ha dejado de ser tan peligrosa como antes. ¿Por qué? Pues porque a lo largo de los años se ha venido estructurando hasta convertirse en una verdadera disciplina. Por lo tanto, podría afirmarse que si bien, existen cazadores de tormentas extremos, estos son una gran minoría.
Los demás, son profesionales que han cursado estudios en áreas como las Ciencias de la atmósfera y la Científica espacial. Básicamente, lo que estas personas hacen es investigar los fenómenos atmosféricos, recaudar datos numéricos de las estaciones y de los satélites y asimismo, hacer pronósticos de las posibles tormentas que se avecinan.
Pero para entrar más en materia, a continuación voy a darte algunas de las labores específicas que desempeñan este tipo de profesionales:
Interpretar, datos, mapas, fotografías para prevenir a corto o a largo plazo las condiciones del clima, basándose en teorías meteorológicas, físicas y matemáticas; aplicar los conocimientos en meteorología a problemas climáticos como la polución, el calentamiento global, el deterioro de la capa de ozono, entre otros. Igualmente, una profesional en meteorología debe trabajar de la mano con las agencias, aeropuertos y centros de control interpretando la información que es recaudada con el fin de hacerla pública y ¿por qué no?, lograr evitar catástrofes.
Otro de los aspectos interesantes de esta profesión es las simulaciones que ellos realizan para determinar los posibles cambios futuros en el clima de la tierra, es por eso que se valen de medidas como la precipitación, la temperatura y las medidas del viento para monitorear los cambios presentados en la superficie de la tierra.
También es importante decir que un profesional en esta materia debe tener un alto sentido crítico frente a temas tanto de la actualidad como del pasado. La razón principal es que para realizar los pronósticos de una manera más exacta, es necesario contrastar lo que ya pasó, con lo que está pasando para así, intentar determinar lo que pasará en el futuro.
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En conclusión, podemos decir que para ser cazadores de tormentas es necesario realizar estudios en meteorología que te ayuden a desarrollar habilidades para detectar estos fenómenos. Como vimos, el trabajo de un meteorólogo es tan variado, complejo y a la vez interesante. Si te gustó este artículo y te estás planteando la idea de convertirte en uno, ¡empieza ahora!