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Periodista y Activista Ofir Drori
Para nadie es un secreto que en la actualidad se encuentran en vía de extinción varias especies animales, debido a las acciones irresponsables de algunas personas. La caza indiscriminada de especies, el maltrato animal, el tráfico ilegal de fauna silvestre son solo algunos ejemplos de las acciones que hacen que la vida de los animales corra peligro. Aunque las medidas que han tomado los gobiernos para contrarrestar esta problemática no se han hecho esperar, aún son insuficientes para preservar la vida de estos seres vivos. Es por eso, que cada vez son más los profesionales que brindan sus servicios para ayudar a los que no tienen voz. Si te interesa lo que estás leyendo, no pares.
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Ofir Drori es un activista israelí que ha pasado gran parte de su vida en las selvas del África, brindando sus servicios para combatir contra los llamados traficantes de vida silvestre. Su labor comenzó varios años atrás durante su primer viaje a África, cuando un grupo de traficantes quiso venderle un chimpancé que habían capturado en un bosque cercano. A Ofir lo indignó tanto esa propuesta que inventó que él pertenecía a una ONG y que podía recurrir a sus contactos para que los enviaran a la cárcel porque eso era ilegal.
Dichas personas hicieron caso a sus amenazas y se fueron dejando la chimpancé al cuidado de Ofir. Él la llamó: Futuro. Este hecho generó que Ofir empezara a empaparse más y más del tema y con base en sus investigaciones periodísticas concluyó que las leyes del gobierno de África en cuanto a las condenas de traficantes de vida silvestre no se estaban cumpliendo a cabalidad, es decir, que hasta el momento ningún traficante había enfrentado una condena por ese delito.
Gracias a eso nació Eco activistas para el gobierno y la aplicación de la ley o la llamada Red Eagle. Una organización no gubernamental que lucha para que se cumplan las políticas de conservación de la especie silvestre en África. Actualmente, esta organización se encuentra conformada por más de 9 países africanos incluidos Camerún, Kenia, Guinea, Congo, Gabón, Senegal, Uganda y Benin. Del mismo modo, Red Eagle descubrió una contradicción que se estaba presentando, ya que muchas de las autoridades afirmaban que el problema de la caza y el tráfico silvestre se debía a los llamados cazadores furtivos, es decir, aquellas personas que tienen cazan y capturan animales esporádicamente.
Sin embargo, estos cazadores conforman solo una parte de una red que es más grande, ya que existen grupos o bandas criminales que hacen de esa actividad ilegal un negocio. Por ejemplo, se ha comprobado que una red criminal de cazadores ha sido responsable de la muerte de más de 36.000 animales. Eso sin contar el tráfico y la muerte de otras especies como aves, chimpancés, tigres, etc.
Algunos de las actividades que hacen este grupo de activistas todos los días consisten en la participación de operaciones de arresto. Por ejemplo, durante algunas de las operaciones se han capturado a 6 personas con 109 piezas de marfil de hipopótamo, un hombre con 1.081 artículos ilegales de animales silvestres como: pulseras de marfil y pelo de elefante; y dos hombres capturados con 13 calaveras de chimpancé.
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Luchar a favor de los animales es una tarea de nunca acabar y Ofir y su grupo de activistas lo saben bien. En conclusión es importante entender que desde cualquier profesión, en este caso, la de periodista, se puede denunciar a las personas que hacen de la caza y el tráfico de animales un pasatiempo.
