Experta en comunicación digital
Una de las realidades más crudas en la actualidad es el aumento de las catástrofes naturales en el mundo. No importa cual sea el país, la región, ni siquiera el estrato. Un terremoto, un huracán, una tormenta, no tiene contemplación con nadie. Pero este hecho, es solo una consecuencia de la forma en la cual los humanos dañan y dañan el entorno a su alrededor. Lo bueno entre todo esto malo, es que sin duda, cada vez son más las personas con buen corazón que prestan sus servicios a los más vulnerables. Si quieres saber acerca de lo que te hablo, no puedes dejar de leer lo que sigue.
Conoce más: ¿Te gustaría ser el director de una fundación o de toda una organización?
Este caso de éxito empieza con la historia de Navonel Glick, un activista social de 30 años que en vez de ponerse la camiseta, se pone las botas para recorrer lugares y ayudar a quienes lo necesitan. A través de la organización sin fines de lucro llamada IsraAid, Navonel y un grupo gigante de colaboradores van de una catástrofe a otra. Lo que ellos hacen es hacer presencia en lugares que han sido azotados por terremotos, huracanes, inundaciones, etc, para brindar desde ayuda a psicológica hasta apoyo económico a los habitantes.
Uno de los puntos diferenciales de esta organización, es que entre sus objetivos principales no está brindar un apoyo pasajero a estas personas, sino darles soluciones a largo plazo. ¿Cómo? A través de la reconstrucción de sus viviendas, rehabilitación psicológica y alternativas de vida sostenible, entre otros.
Pero para que entiendas un poco más acerca de cómo actúan estos profesionales, debes saber que ellos tienen como lema el llamado refrán de: no darles los peces, sino enseñarles a pescar. Según Navonel Glick, después de una catástrofe natural las personas quedan muy devastadas y en la mayoría de las ocasiones, no es suficiente una ayuda pasajera como la de brindarles suplementos de aseo y comida, sino que es necesario darle a las persona soluciones concreta para que sean capaces de sobrevivir por ellas mismas.
Por ejemplo, después de un desastre, el grupo de ayuda de IsraAid hace presencia en los lugares por varias semanas, ayudando en la reconstrucción de viviendas y escuelas, enseñando a las personas métodos de subsistencia y trabajando con ellos el aspecto social.
Quizás te preguntes de dónde salen los recursos para brindar apoyo a estas personas. Pues tienes que saber que cada uno de los colaboradores de esta organización, ha tenido que ir tocando puertas. Actualmente, ellos obtienen financiamiento de entidades no gubernamentales como la ONU. Y súmale a eso, la recursividad que deben tener estos colaboradores para sacar de las cenizas un poco de esperanza.Del mismo modo, el grupo de IsraAid conformado por médicos, escuadrones de búsqueda, expertos post-trauma y movilizadores comunitarios han asistido a misiones de apoyo después del huracán Harvey, inundaciones en Texas, terremotos en Nepal, asimismo, han asistido a campos de refugiados en Alemania y Grecia, entre otros.
Mira también: El objetivo de 8 ONG´s que ayudan a nuestros niños
En conclusión, una persona puede ser activista social y transformar la vida de las personas de muchas formas. Este es solo el caso de un activista que tiene en las venas la vocación de servicio. Si quieres convertirte en una persona como Navonel, no dudes en estudiar carreras relacionadas con trabajo social, ciencias sociales, periodismo, antropología, entre otras.
