Médicos Humanitarios
Lamentablemente, aunque son tiempos modernos, la desigualdad en nuestra sociedad es una realidad. Tal vez muchos de nosotros no lo sentimos así porque somos personas que están llenas de grandes oportunidades. El solo hecho de poder asistir al colegio, de tener un plato de comida en la mesa, o de tener un par de zapatos, son solo algunos de los ejemplos de cuan privilegiados somos.
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Sin embargo, alrededor del mundo hay aún mucha pobreza, muchas personas que pasan necesidades porque no tienen los medios necesarios para subsistir. Lo que quiero que entiendas es que estudiar cualquier carrera universitaria, te abre las puertas a que puedas ayudar a todas estas personas. Ese es el caso de éxito del cual te vengo a hablar. Un grupo de médicos que brindan sus servicios para ayudar a las personas más vulnerables de Nueva Guinea, Israel. Si quieres saber qué hicieron, no puedes dejar de leer esto.
Todo empezó cuando una doctora llamada Eva Platner, trabajadora del Hospital Sheba en la ciudad israelí de Tel Aviv, se dio a la tarea de formar un grupo de trabajo especializado para asistir a una misión médica humanitaria. A este llamado acudieron miles de médicos de todo el mundo, lo cual refleja el compromiso por su profesión. Para muchos de los médicos que fueron elegidos para viajar con la doctora Platner, la vocación de servicio es lo que te hace un verdadero profesional. Así que la misión empezó.
Este grupo de profesionales partió en un barco australiano que estaba equipado con algunos equipos quirúrgicos hacia Papúa, Nueva Guinea para tratar a las comunidades más vulnerables de esa región. Una de las dificultades que se veían venir era que la intensidad de las olas podría complicar la labor de los médicos a la hora de realizar las cirugías requeridas. Sin embargo, esto no impidió que ellos lograran su objetivo.
Algunas de las anécdotas que cuentan estos profesionales humanitarios acerca de su última misión es que los conmovió mucho el hecho de que muchos de los habitantes tenían que hacer largos desplazamientos a través de la selva para poder llegar al lugar en donde estaba situado el barco.
Esto reflejaba la carencia de centros hospitalarios en la zona. Igualmente, los doctores se sorprendieron mucho al notar la reacción de los habitantes debido a que muchos de ellos veían el barco como si nunca hubieran visto nada parecido. Muchos de ellos, se sintieron aún más sorprendidos cuando subieron al barco para ser examinados por el grupo médico, ya que en el barco había tanto aire acondicionado como calefacción, había luz y comida.
Por otra parte, las habilidades de los asistentes médicos jugaron un papel muy importante ya que muchas de las enfermedades que tenían los pacientes requerían de atención inmediata, por lo que tuvieron que improvisar, haciendo uso de procedimientos que se usaban hace 20 años cuando la medicina aún no estaba tan avanzada. Se realizaron más de 80 cirugías oculares, se sacaron dientes, se trataron enfermedades de la piel entre otros.
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La experiencia de el equipo de profesionales a cargo de la doctora Platner puede describirse como única, ya que todos ellos se arriesgaron a vivir una experiencia fuera de las comodidades que ofrecen los grandes hospitales, para aprender mucho de su labor en comunidades que los necesitaban. Al final la gratitud de las personas es mucho más valiosa que todo el dinero del mundo.