Las historias felices sí existen y si quieres presenciar una, sigue leyendo. Ya hemos hablado de la parte integral de los profesionales. Sabemos que está se evidencia en las obras benéficas, humanitarias, investigativas que realizan a través de su profesión y de su querer ayudar a los demás. Veámos hoy otro ejemplo. ¿Sabías que existe una fundación llamada Wheelchair que ayuda a los niños con discapacidad motora? Esta fundación es una organización sin fines de lucro que se encarga de distribuir sillas de ruedas adaptadas a las necesidades de cada niño además de brindar dispositivos de asistencia clínica como entrenadores de marcha, standers, etc.
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Las personas que colaboran en esa fundación son un grupo de ingenieros mecánicos que sienten vocación por ayudar a los niños más vulnerables de Medio Oriente. Por lo tanto, cada año ellos realizan un trabajo de recolección de sillas de ruedas y dispositivos nuevos y usados que luego adaptan a cada necesidad. ¿Sabías que desde 2009 se han adaptado y distribuido más de 3. 700 sillas de ruedas en Egipto, Jordania y Kurdistán?
Los servicios en general que ofrece esta fundación se organizan de la siguiente manera: Recolección de sillas de ruedas y dispositivos médicos, trabajo de adaptación personalizada de los aparatos, distribución de material terminado, mantenimiento periódico del mismo, entrenamiento profesional avanzado a cada niño y campañas de sensibilización e inclusión.
Por ejemplo, una de los retos presentes para estas fechas de diciembre tiene que ver con la donación masiva de 200 sillas de ruedas para los niños de una región de Medio Oriente, pero para esto necesitan fondos y por lo tanto, no les queda más que realizar recolectas de casa en casa, buscar el apoyo de organizaciones, realizar rifas y bazares para lograr conseguirlo. Además, desde su sitio web oficial se pueden también hacer donaciones sin importar en la parte del mundo que uno se encuentre.
Si ves como sí es posible actuar por las buenas causas, ¿te imaginas la felicidad de los niños que se han visto beneficiados por esta iniciativa? Al final una sonrisa en el rostro y la satisfacción de que se hicieron las cosas bien es lo único que queda y eso, eso es el regalo más grande que se puede tener.
Apuéstale tu a ser el profesional que saca sonrisas a los demás con sus acciones.